Aprender
a respirar método sencillo y fácil para mejorar en acúfenos
Tipos de respiración
1. Respiración clavicular. Es muy superficial, incompleta y poco efectiva. Durante la inspiración los hombros y las clavículas se elevan mientras que el abdomen se contrae.
Debe hacerse un gran esfuerzo para obtener una
cantidad de aire muy reducida.
2. Respiración torácica. Se realiza por los músculos intercostales expandiendo el tórax y, como la anterior, constituye un tipo de respiración incompleta y poco efectiva.
3. Respiración diafragmática. Cuando se realiza profundamente es la más aconsejable, ya que lleva el aire a la parte más baja y a la vez más amplia de los pulmones. La respiración es lenta y profunda, con lo que se efectúa un uso adecuado del diafragma.
Respiración
completa
La
respiración completa debe combinar los tres tipos de respiración,
llevando en primer lugar el aire a la zona del vientre luego a la del
estómago y finalmente al pecho. Todo lo anterior debe hacerse en una
misma inspiración. La espiración será pausada y sin brusquedades.
Conviene realizarla con los labios bastante cerrados con el fin de
que produzca un sonido tenue que informa para poder regularla
adecuadamente.
Respiración
diafragmática. Entrenamiento en 3 pasos.
Paso 1. Ponerse boca arriba en una superficie plana o en la cama, con las rodillas flexionadas y con un soporte en la cabeza (siempre que no implique tensión cervical).
Puede
utilizarse una almohada bajo las rodillas para soportar las piernas.
Colocar una mano en la parte superior del pecho y la otra simplemente
debajo de la caja torácica.
Esta
posición permite seguir el movimiento del diafragma al respirar.
Paso 2. Inspirar lentamente a través de la nariz (por espacio de 3 segundos), haciendo ascender el estómago. La mano en la parte superior del pecho deberá permanecer tan quieta como se pueda. Retener el aire por un espacio de 3 a 4 segundos.
Paso 3. Espirar el aire por la boca, lo que provocará el movimiento descendente del estómago. Debe hacerse por un espacio de 6 segundos, con los labios levemente cerrados como si se soplara suavemente (espiración sonora). La mano en la parte superior del pecho deberá permanecer tan quieta como sea posible.
Observar
En la
práctica de la respiración diafragmática con el fin de evitar
sensación de ahogo o de mareo hay que retener el aire después de la
inspiración durante 3 o 4 segundos y descansar unos 4 segundos entre
dos ciclos respiratorios; y si a pesar de ello aparecen molestias de
ahogo o mareo, hay que interrumpir el ejercicio y en pocos instantes
los síntomas habrán desaparecido.
Cuanto más
tiempo se dedique a este ejercicio antes se adquirirá un buen hábito
respiratorio.
Es
aconsejable practicarlo como mínimo 3 veces al día durante 5 a 10
minutos,
realizando
un mínimo de 40 respiraciones diarias.
¿Por
qué relaja la respiración?
Con la
respiración diafragmática se mueve el abdomen y con él todos los
miembros contenidos en su interior, hecho que estimula el nervio
vago, que es el responsable de la puesta en marcha del sistema
nervioso autónomo parasimpático, el cual se relaciona con las
estados de paz y tranquilidad, en definitiva estados de relajación.
consulta el siguiente video
Fuente:
Habituación a los acúfenos
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