144. Pérdida de audición por Antibióticos
PREVENCIÓN TÍNNITUS ACÚFENOS PÉRDIDA DE AUDICIÓN
Antibióticos : amikacina, gentamicina, tobramicina, kanamicina, neomicina, estreptomicina, framicetina, Paromomicina , causan pérdida de audición con tínnitus . Vitaminas C y
E, mineral magnesio pueden proporcionar protección contra la pérdida de
audición, causa de acúfenos , por los
tratamientos con antibióticos aminoglucósidos.
Antibióticos : amikacina, gentamicina, tobramicina, kanamicina, neomicina, estreptomicina, framicetina, Paromomicina , causan pérdida de audición con tínnitus
El estudio publicado en la revista Journal of Association for Research in Otolaryngology. Que fue realizado en conjunto por investigadores de la
Universidad de Florida y la Universidad de Michigan, en Estados Unidos,

Los principales
medicamentos que pueden producir ototoxicidad son los antibióticos
aminoglucósidos
Esta familia merece ser
mencionada en primer lugar, no sólo por su importancia histórica (la
estreptomicina se utilizó desde 1944 en el tratamiento de la tuberculosis) sino
también por la importancia clínica.
Los aminoglucósidos
pueden causar destrucción de las células sensoriales en el oído
interno, ya sea a nivel coclear como vestibular. La afectación de las células
sensoriales puede ser irreversible; no obstante, un 50% de los pacientes puede
recuperar la pérdida auditiva de forma total o parcial.
En la toxicidad de los
aminoglucósidos se ha relacionado tanto la vía parenteral como la tópica,
aunque es mucho menos frecuente ya que se ha relacionado esta toxicidad con los
valores séricos.
Dentro de este
grupo, se consideran también la polimixina B, la vancomicina y la ristocetina,
aunque no se traten de aminoglucósidos.
Los aminoglucósidos son antibióticos de amplio espectro usados frente a
bacterias Gram negativo. Los usados más habitualmente son: amikacina,
gentamicina, tobramicina, kanamicina, neomicina y estreptomicina.
Los efectos ototóxicos de los antibióticos aminoglucósidos son los más
documentados en la bibliografía médica.
La ototoxicidad de los aminoglucósidos se manifiesta en forma de pérdidas
auditivas en las frecuencias altas (8-12 kHz) que se propagan hacia frecuencias
más bajas a medida que continúa el tratamiento. Si la administración de
estos antibióticos se suprime en los primeros episodios de pérdida auditiva se
ha descrito una mejora parcial en los umbrales auditivos.
Las aminoglucósidos penetran en la endolinfa y perilinfa a través del
torrente sanguíneo, afectan en primer lugar a las células ciliares externas de
primer rango, posteriormente actúan sobre las de segundo rango y por último
sobre las de tercer rango. Las células ciliares internas sólo se ven afectadas
en intoxicaciones severas. Debido a que estas sustancias destruyen las células
neuro-sensoriales del órgano de Corti, las disfunciones auditivas provocadas
por estos agentes son irreversibles.
Existen una serie de factores que potencian la ototoxicidad de los
aminoglucósidos, entre los que destacan los siguientes:
Sensibilidad especial del
individuo a estos medicamentos.
Tratamientos de duración
superior a diez días.
Edad del paciente. Mayor
sensibilidad en niños y personas de edad avanzada.
Tratamientos previos con
antibióticos de la misma familia.
Pérdida auditiva previa.
Uso combinado con
diuréticos. (Son medicamentos que provocan la eliminación de líquidos
corporales. Su uso más habitual es el tratamiento de la disfunción renal,
cardiaca, hipertensión, etc...)
Datos del estudio
Investigaciones previas han demostrado que cerca de un
25% de los pacientes tratados con gentamicina, u otro tipo de antibiótico
aminoglucósido, han sufrido pérdida de audición. El estudio actual investiga
cómo prevenir la pérdida de audición por uso de antibióticos.
Un grupo de investigadores estadounidenses ha evaluado
si los suplementos alimenticios ricos en antioxidantes betacarotenos, vitaminas
C y E, y minerales como el magnesio, pueden proteger contra la pérdida de
audición por estos antibióticos.
Los investigadores experimentaron con cobayas a las
que se administró gentamicina durante dos semanas. Antes y durante la
administración del antibiótico, la mitad de las cobayas siguieron una dieta
estándar, mientras que la otra mitad recibió alimentos ricos en suplementos
vitamínicos.
Antes del experimento se evaluó la audición de las
cobayas, y posteriormente, hasta un plazo de nueve semanas tras el tratamiento.
Se descubrió que las cobayas que habían ingerido los suplementos alimenticios
habían conservado mejor su capacidad auditiva en comparación con las que habían
seguido la dieta estándar.
Las vitaminas aportan
protección
Las vitaminas antioxidantes previenen contra los daños
auditivos, al destruir los radicales libres que causan pérdida de audición, y
protegen así contra sus efectos.
“Se observó una mayor protección en los registros de
frecuencias bajas, lo cual es muy importante, ya que las bajas frecuencias son
esenciales para entender el habla”, afirma Colleen Le Prell, investigador
principal del estudio.
Los investigadores confían en poder usar estos
resultados para desarrollar una formula vitamínica capaz de prevenir la pérdida
de audición inducida por el uso de antibióticos.
Vitaminas protectoras frente a los antibióticos aminoglucósidos,
vitamina C
Cantidad recomendada 80 mg
Esta vitamina se encuentra en los alimentos
frescos. También se llama ácido ascórbico.
Tiene efectos antioxidantes y ayuda a la asimilación
del hierro, del ácido fólico y de algunos aminoácidos. Es una vitamina
indispensable para el crecimiento y desarrollo normales. Es esencial para la
cicatrización de heridas, la formación de colágeno y la reparación de
cartílago, huesos y dientes.
Es una vitamina muy sensible a la luz, al oxígeno del
aire y a la temperatura. Por ejemplo, a los 15 ó 20 minutos de haber preparado
un zumo de naranja pierde su contenido en Vitamina C y también la pierden las
verduras cocinadas.
Los alimentos con mayor contenido en vitamina C son:
kiwi, pimiento, tomate, perejil, caqui, naranja, fresa, espinaca, coliflor y
limón.
La leche materna es muy rica en Vitamina C.
Exceso de Vitamina C
Es un fenómeno muy poco común debido a que el cuerpo
no la puede almacenar. Dosis diarias muy altas pueden ocasionar dolor de
estómago y diarrea.
En los niños el exceso de vitamina C puede producir
hiperoxaluria. Es una enfermedad que acumula oxalato cálcico y puede dañar la
función renal, hepática y generar una bajada de calcio (hipocalcemia) que puede
producir arritmias cardíacas graves.
Déficit de Vitamina C
La carencia grave de esta vitamina produce el
escorbuto, pero es muy poco frecuente en la actualidad, ya que las necesidades
diarias se cubren con un mínimo de vegetales crudos que se consuman. Como es
una vitamina soluble en agua, apenas se acumula en el organismo, por lo que es
importante un aporte diario.
Algunas infecciones o la diarrea prolongada pueden
favorecer la aparición del déficit de ácido ascórbico.
Los síntomas más frecuentes cuando existe un déficit
de Vitamina C son:
Irritabilidad
Cansancio
Dolor articular e inflamación de
las articulaciones
Hemorragia nasal y gingival
(sangrado de las encías)
Gingivitis (inflamación de las
encías)
Mala cicatrización de las heridas
Tendencia a la formación de hematomas
Piel áspera y reseca
Cabello seco
Osteoporosis y huesos frágiles
Debilitamiento del esmalte dental
Disminución de la capacidad de
combatir las infecciones
Disminución del apetito
Vitamina E
Cantidad recomendada 12 mg.
La Vitamina E es una vitamina liposoluble que
parece tener un papel en la reproducción y previene abortos espontáneos. Actúa
como un potente antioxidante celular frente a los radicales libres del
organismo. También ayuda al cuerpo a utilizar la Vitamina K.
Los alimentos que la contienen son: aceites vegetales
(girasol, maíz, oliva), germen de trigo, frutos secos, coco, soja germinada,
legumbres, chocolate y margarina.
Exceso de Vitamina E
Se desconocen los efectos del exceso de Vitamina E.
Déficit de Vitamina E
El déficit de esta vitamina puede causar anemia por
destrucción de los glóbulos rojos, debilidad muscular, glositis y alteraciones
neurológicas.
Este déficit puede estar causado por problemas de
malabsorción de grasas a nivel intestinal, exceso de hierro o el hecho de ser
prematuro.
Es una vitamina antihemorrágica y es fundamental en
los procesos de coagulación de la sangre. Algunos estudios avalan que puede
tener una función importante en mantener los huesos fuertes en la vejez.
Se encuentra en los vegetales de hoja verde, soja,
alfalfa, leche, tomate y en el hígado de bacalao. Normalmente el cuerpo la
sintetiza en las bacterias de la flora intestinal.
En la leche materna está en concentraciones bajas.
Es importante valorar el riesgo y el beneficio en todo tratamiento farmacológico, por lo que en ocasiones en que no queden otras alternativas terapéuticas, puede ser necesario administrar un fármaco ototóxico en un paciente con tinnitus o sordera. En estos casos es obligado tomar precauciones para reducir el riesgo de ototoxicidad, como por ejemplo, ajustar la dosis y la duración del tratamiento a las características del paciente y a su patología de base, así como monitorizar la función auditiva, controlando periódicamente, la posible aparición de acúfenos, vértigo, pérdida de audición, etc., antes, durante y después del tratamiento.
Conoce los antibióticos OTOTOXICOS , con la consulta de los siguientes enlaces:
Otin & Lucas. artículo nº 144
El blog tiene la intención de poder ser de ayuda a todas las personas con acúfenos (tínnitus) que están desorientados respecto a su síntoma, informales de las diferentes posibilidades terapéuticas y mantenerles actualizados con las novedades que vayan surgiendo en el campo del acúfeno. El fin es conseguir que todos las personas que presentan un acúfeno severo o incapacitante alcancen unos niveles de habituación que reduzcan drásticamente la intensidad y la molestia de su síntoma para hacerlo menos perceptible. Esta es la razón de nuestro trabajo y del título del blog LA PUERTA DE LA ESPERANZA. Saludos cordiales. otínylucas
fuentes de consulta
otinylucas
Comentarios
Publicar un comentario